diumenge, 8 d’abril del 2007

Buena cosa, mala cosa (Хорошо, да худо)

Con cariño para todos, y especialmente para Arnau (a.k.a. "El hombre del karma"), este cuento recogido en "Cuentos populares rusos" de A. N. Afanasiev.

Buena Cosa...Mala cosa...

Iban de camino un barin y un campesino.
-- ¿De donde vienes, buen hombre?
-- De muy lejos, mi señor.
-- ¿Pero de dónde?
-- De la ciudad de Rostov, mandado por mi amo, el barin Tolstov.
-- ¿Y es grande la ciudad?
-- No me paré a calcular.
-- ¿Y recia?
-- No me peleé con ella.
-- ¿A qué fuiste a Rostov?
-- A una compra importante: por una medida de guisantes.
-- Buena cosa...
-- Sí, pero no demasiado.
-- ¿Y eso?
-- Porque iba borracho y los guisantes se desparramaron.
-- Mala cosa...
-- Sí, pero no demasiado.
-- ¿Y eso?
-- Porque desparramé una medida y luego recogí dos.
-- Buena cosa...
-- Sí, pero no demasiado.
-- ¿Y eso?
-- Porque los sembré a voleo y fueron pocos los que salieron.
-- Mala cosa...
-- Sí, pero no demasiado.
-- ¿Y eso?
-- Porque los que salieron estaban bien granados.
-- Buena cosa...
-- Sí, pero no demasiado.
-- ¿Y eso?
-- Porque los cerdos del cura vinieron a comérselos y los pisotearon todos.
-- Mala cosa...
-- Sí, pero no demasiado.
-- ¿Y eso?
-- Porque yo maté a los cerdos del cura y llené dos orzas de carne salada.
-- Buena cosa...
-- Sí, pero no demasiado.
-- ¿Y eso?
-- Porque vinieron a robar la carne los perros del cura y me la robaron toda.
-- Mala cosa...
-- Sí, pero no demasiado.
-- ¿Y eso?
-- Porque yo a los perros los maté y con su piel le hice un abrigo a mi mujer.
-- Buena cosa...
-- Sí, pero no demasiado.
-- ¿Y eso?
-- Porque el cura reconoció la piel y le quitó el abrigo a mi mujer.
-- Mala cosa...
-- Sí, pero no demasiado.
-- ¿Y eso?
-- Lo malo fue que luego me querellé con el cura. Me costó el juicio el caballo y la vaca colorada. Y después de tanto trajín, me quedé sin nada al fin.